Como sabéis, y si no os lo explico, en Subblim somos unos frikis del home office. Desde que nació la empresa, se apostó por facilitar a las personas de nuestra organización conciliar y organizarse. Llevamos esta forma de trabajar en el ADN y ello nos ha permitido ir creciendo y creando un equipo basado principalmente en el talento, sin importar dónde esté ese talento.
Conocemos bien los beneficios para la empresa y los personales, y por supuesto, también las desventajas.
Somos conscientes de que no todo el mundo está preparado para trabajar desde casa. Otros, ni siquiera quieren. La verdad, es que al principio da un poco de vértigo. Entran los miedos: ¿seré capaz de mantener una rutina?, ¿me estresaré por estar todo el día en casa?, ¿tendré fuerzas para no estar todo el día en pijama? ¿Podré separar el trabajo del ocio y de las cosas de casa?… La respuesta te la da la práctica. En cualquier caso, has de tener muy claro que debes ser disciplinado, marcarte rutinas, vestirte cada mañana y tener un espacio de trabajo confortable y práctico. Y si aún te falta un empujoncito para sentirte fluir, te dejo enlace a este artículo en el que te dejamos los ingredientes para un buen día de trabajo.
4 cosas por las que vale la pena trabajar desde casa
- Autodisciplina. Imponerse a uno mismo objetivos y cumplirlos te da la capacidad de gestionar tu vida de forma mucho más proactiva. Esto repercute en una mejor autoestima.
- Ser dueño de tu tiempo. En relación con lo anterior. Cuando teletrabajas, tienes la capacidad de adaptar tu ritmo de trabajo a tus horas más productivas y a tus ciclos de concentración, con lo que es fácil que tu rendimiento sea mayor.
- Organización. Empiezas por organizar una parcela de tu tiempo, sigues con la organización de tu espacio de trabajo y acabas organizando otras áreas de tu vida que normalmente quedaban en un segundo plano.
- Trabajar desde cualquier parte. Eres libre de escoger el lugar en el que quieres vivir, playa, montaña, ciudad, pueblo, nómada… Solo necesitas tu equipo de trabajo y una conexión de internet.
4 peligros de no ir a la oficina
Pero también sabemos que trabajar desde casa puede tener ciertas cosas no tan positivas, como:
- Trabajar día y noche. Estar todo el día pendiente del correo electrónico y del móvil. Sentarte después de cenar a terminar aquello que se quedó a medio hacer o aprovechar un rato del fin de semana para adelantar temas. Es importante que te marques un horario y lo respetes. Aprenderás a marcarte objetivos viables para no tener que hacer incursiones nocturnas al ordenador.
- No cuidarte. Es muy fácil caer en la desidia y en la pereza de no vestirse antes de empezar a trabajar, pero también es fundamental que te sientas bien contigo mismo/a y que te arregles antes de sentarte en tu puesto de trabajo, que hagas descansos, que comas bien y que te cuides. Si tú no te cuidas y no te sientes bien, se acabará notando en tu trabajo.
- No separar casa de trabajo. Es normal que, si llaman al timbre, te levantes para abrir la puerta, pero no es normal que cada cinco minutos tengas una interrupción por algo relacionado con tu casa, sean hijos/as, lavadoras, escoba, hacer la comida… La mejor forma de planteártelo es separando y marcando límites, una vez más, tener objetivos claros para el día, te puede ayudar.
- La soledad. Sentirte solo/a por no tener compañeros cerca para comentar las cosas es lo más natural del mundo. Pasa. Por eso es tan importante socializar en tu día a día y mantener una comunicación fluida con tus compañeros, socios, proveedores o clientes. Al trabajar por internet desde casa, podemos caer en la tentación de utilizar solo el email para no molestar demasiado al otro. Pero utilizar el teléfono y hacer video llamadas para verse las caras y oír la voz de otra persona te hace sentir conectado y formar parte de algo.
Si aplicas bien los beneficios del trabajo sin oficina es probable que acabes sintiendo, como nosotros, que es una fórmula ideal para conciliar y para sacar el mejor rendimiento de cada uno. Eso sí, que nadie se lleve a engaños, requiere esfuerzo y una dosis extra de confianza y comunicación.
Cuéntanos tu experiencia con el teletrabajo, te leemos.